La neurociencia, como anteriormente hemos comentado
es una ciencia multidisciplinar, que analiza diferentes aspectos relacionados
con la mente-educación.
Uno de ellos, es el de la atención, donde se ubican
tanto la importancia que tiene la atención en el proceso educativo, las
conexiones neuronales que genera la memorización, y ciertos problemas surgidos
de ella, como el TADH.
En este aspecto de la atención, la neurociencia aplicada
al aula es capaz de mejorar la atención y concentración de los niños pequeños,
para que de poco en poco vayan desarrollando un mejor control mental, la
psicomotricidad, la coordinación oculomotriz, mediante juegos y lecturas que
sean rápidas, amenas, que generen una rápida atención y mucho movimiento (Ortiz
Tomas, 73), y que evite los contenidos repetitivos del ámbito escolar y
familiar. Otros métodos son la utilización de la música, y de los ritmos
sonoros lentos, la gesticulación y el tono del profesor, lo que fomentara su
estimulo y organización de los niños. Así mismo, estas técnicas también pueden
ser aplicadas a niños con los comentados déficits de atención, pues son los que
más dificultades tienen para seguir las actividades diarias en la clase.
Otro aspecto muy importante aplicado en la
neurociencia, es la mejora de las habilidades lingüísticas y la escritura, pues
muchos niños tienen problemas de pronunciación correcta, escritura irregular o
demás dificultades. Para ello, en nuestra humilde opinión, es fundamental, como
expresa Ortiz (104), que los niños, en todos los ámbitos donde desarrollan su
vida, sean capaces de escuchar, y, sobre todo, de hablar muchas palabras y
frases diferentes. Pues con ello, de manera práctica, irán superando sus muros.
Combinar frases complejas y sencillas, canciones y cuentos infantiles, lecturas
con preguntas y dejar expresarse a los niños, son buenos métodos aplicables.
En el caso de la lectura, amenizarla con una música
relajante, no solo es bueno para mejorar la atención y la compresión que los
niños tendrán del texto a leer, sino también para luego aplicar verbalmente las
frases aprendidas en la lectura.
Respecto a los alumnos con serias dificultades,
como los que sufren dislexia, la neurociencia es de un uso muy recomendado,
mediante la ejecución de programas de ordenador que les entrenen sus recursos
cognitivos, les permitan diferenciar entre diferentes palabras, mejorar su
nivel de lectura y evitar los fallos a la hora de detectar y discriminar
palabras y frases largas. En cambio, con alumnos que sufren la disgrafia
(discapacidad para escribir correctamente a mano), es muy importante una pronta
detección de su problema, así como un buen diagnostico que le permite aplicar
un eficaz sistema de estimulación diario y organizado única y exclusivamente
hacia su déficit. Al fin y al cabo, como podemos observar, la estimulación de
los niños que sufren estos déficits en un área educativa, es obligatoria para
su superación.
Entrando en el área de la memoria y el aprendizaje,
las aplicaciones son muy variadas y efectivas. Entre ellas, cabe destacar la
importancia de una buen alimentación e hidratación, especialmente a la hora del
estudio. Otro punto muy positivo es lograr un clima lleno de estímulos e
interacción tanto con la familia como en el ámbito escolar (Ortiz, 131), con el
que el niño se sentirá más proclive al aprendizaje y donde aprenda palabras y
frases relacionadas con la vida cotidiana. Para mejorar su aprendizaje, el
profesor es una pieza clave, y de él depende la utilización de variados
ejemplos, circunstancias e historias que el alumno pueda relacionar con la vida
real.
La repetición diaria de contenido, en forma verbal
y escrita, mejorara su memorización. Por un lado, la impartición de nuevos
contenidos a principio de semana para memorizarlos durante ella. Por otro, el
uso del final de la clase para un periodo de reflexión final de lo impartido.
Estos dos elementos mejoraran su memoria y recuerdo, ya que una vez adquirido
el conocimiento de algo, el tiempo que conlleva recordarlo es mucho menor.
En cuanto a los niños con dificultades de
aprendizaje, es necesario utilizar estímulos de aprendizaje de tipo auditivo y
visual (Ortiz, 133), los cuales se basan en ejercicios variados y con
repeticiones reducidas, que ayudaran al alumno a mejorar su comprensión
lingüística a la vez que asegura su proceso de memoria.
La percepción es otro elemento fundamental en la
conexión entre educación y procesos mentales, ya que un niño con una buena
percepción será capaz de identificar y clasificar visual, táctil y
auditivamente diferentes elementos de forma correcta. Auditivamente, un niño
puede mejorar sus capacidades mediante ejercicios diarios de distinción de
diferentes sonidos de la vida diaria, piezas musicales, palabras rápidas y
lentas. Cabe darle especial atención al efectivo uso de la música clásica,
debido a su organización y estructura. Visualmente, existen multitud de
ejercicios, como la agilidad del movimiento ocular, o la distinción de símbolos
y figuras. En ello, el uso de la televisión es muy importante, debido a sus
coloridos y variados elementos audiovisuales que ofrece. En cuanto a los
táctiles, estímulos diarios como la diferenciación de objetos con diferentes
formas y estructuras, será muy efectivo para que el niño desarrolle
íntegramente su cerebro (Ortiz, 155).
La neurociencia, como no, también debe de aplicarse
en las diferentes materias de la educación. Una de ellas, son las matemáticas,
con las cuales, mediante una aplicación práctica que incluya batería de ejercicios
y ejercicios de lenguaje comprensivo, podemos lograr que el niño estimule su
conocimiento del problema y estrategia para resórbelo (Oritz, 169). Así mismo,
un método sencillo pero eficaz para mejorar la motivación en el uso de las
matemáticas es el de ejecutar cálculos matemáticos relacionados con la vida
diaria, como podrían ser la compra semanal, el tamaño de los objetos de la
casa, cantidades, etc…
No hay comentarios:
Publicar un comentario